Seguro que en alguna ocasión has tenido una llaga o afta bucal, y ya sabes lo incómodas que son estas pequeñas heridas. Que suelen tener un aspecto circular y blanquecino. En algunos casos, los más leves, sólo aquejan una pequeña molestia que se va pasados unos días. Sin embargo en otros, las llagas en la lengua son más graves y producen bastante dolor.
En el artículo de hoy queremos que conozcas más a fondo este problema bucal para que, si te vuelve a pasar, sepas por qué puede haber sido, cómo tratarlas y cómo prevenirlas.
Causas de la aparición de llagas
Hay varios factores que pueden influir en la aparición de llagas en la lengua. Aunque hasta la fecha, no se conoce de forma clara cuál puede ser su origen.
En algunos casos las aftas pueden salir como consecuencia de una mala alimentación. Ingerir muchos dulces, productos procesados que suelen tener un alto contenido en sal y el consumo en exceso de bebidas ácidas y gaseosas.
También si no se sigue una buena y completa rutina de higiene dental. Los restos de alimentos y la suciedad no solo se generan en las encías y en los dientes, sino también en la lengua. Y la acumulación de bacterias puede dar lugar a una llaga.
Otro factores que ayudan a su aparición pueden ser el estrés, o morderse la lengua de forma accidental con lo que se provoca una pequeña herida que puede acabar siendo un afta. Así como alguna enfermedad como la acidez y la gastritis, que provocan reflujo.
Por otro lado, las personas que fuman también son más susceptibles de tener llagas en la lengua. Porque el tabaco implica una mayor concentración de gérmenes en la boca.
Y hay más desencadenantes, como una falta de ácido fólico, vitaminas B12 o de vitamina C, falta de minerales o hierro.
Tratamiento para curarlas
Las llagas suelen desaparecer tras una semana o dos, depende de su tamaño y de cada caso. Y no hay ningún tratamiento concreto para ellas, aunque sí algunos tratamientos para acelerar el proceso de cicatrización.
Lo mejor es que, sobre todo si sueles tener aftas con mucha frecuencia, consultes a tu dentista. Así podrá revisar tu salud bucodental e indicarte un tratamiento o solución adaptada a tus necesidades, si lo necesitas.
Cómo prevenir
Para prevenir las llagas, mantén una exigente higiene bucal y tendrás menos probabilidades de que aparezcan. Si eres fumador, dejar este hábito también ayudará.
Y sigue una alimentación rica en alimentos naturales, baja en procesados, y bebe suficiente agua. Evita las bebidas ácidas y azucaradas, los dulces en exceso, y el alcohol.
También puedes acudir a tu médico para que te haga análisis y así averiguar si sufres carencia de alguna vitamina.